sábado, 8 de noviembre de 2014
La Nube
LA NUBE
Soy blanco de lágrimas que se aterran,
Vuelo blanco sin alas, sin familia, sin Fe.
El aire es mi casa, se estrella
Contra estrella que sin palabra se expresa
–se escucha, se afirma, se crea;
se niega, se afirma, se crea;
se espera, se queda, se va...–
Soy ayer, soy presente, soy viajero
Perseguido por saeta de Apolo sin futuro
Entre [un] banco de peces libres
–sí, ellos sí–
Que se esconden, se llaman, se unen,
Que se nutren, se calman y se miran;
Los veo blanco fácil a aquel banco
–¡oh inocencia la mía, la suya, la vuestra!
Ellos, a lo lejos y abajo
[Y] yo, altivo aquí arriba.
Creen sin Dios. Vuelan sin alas
–quienes se crean, se realizan y se esperanzan–
Y no veo que soy
de sus lágrimas,
de sus gritos,
de su fuego y
de su reclamo
Vapor inútil con todos los colores mas invisible y,
Mientras, ellos, pececillos de la pradera
Se saben reales y real es sus voces
Cantante a quienes, como yo,
Sin rumbo volamos creyendo que volamos
Mas soy [son, somos] presos del techo que es suelo al son del Cielo sin Dios...
¿Dónde está? - yazco entre caminos redondos
Pregunto a mí si se habrá perdido: ¿dónde está[s]? ¡DÓNDE ESTÁ[S]!
...
Y entonces el grito que es daga rompe el obscuro silencio:
¡Ellos, siempre, ellos han venido siendo
La vida, el futuro, la esperanza!
Dios no estaba arriba, pedante y orgulloso,
Está aquí, está abajo, con los de abajo.
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