miércoles, 6 de mayo de 2015

El viaje de Dante al sepulcro de Emilio


DANTE, VIATRIX AÆMILII
MACEDONIÆ SEPVLCRVM

Al caer la obscuridad sobre los ojos míos,
Mientras la corona de Febo-Apolo
Al manto elíseo galardona
        con oro de su abrazo o
        con el manto coral de penumbra fulgurante
        al caer la era de tinieblas
Tras su cuadriga gallarda
Se abren ante mí las rejas de Dante
Hacia los ríos que mudan bajo aquellos pies de él:
Cuando mi ser sueña que es ―
        las flameantes estelas se alzan
        en cadenas de plomo fluyente
        otrora firme y denso su oro
Una ave digna de solemne descenso
Hacia el trono y la espada
Que portó tu digno vástago, Júpiter,
Él que dominó l'estirpe de Alexandre,
De Quién Julio toma su dote y gloria;
Aquél es inalcanzable y yo
Tomo la senda miserable
A el reino que hasta a Dios tomóle tres días dejarle
E por sí Dante no podría cruzarle ―
Es camino de labor y poena
Hasta abrasarse en tus labios,
Bañarse en tu agua propia y nacarea,
Hundirse y ahogarse en búsqueda de las ínsulas
        Que custodian un mar zafirino,
Esas que lloran ambrosía en noche solitaria
Aguardando a Virgilio cantante a sus viriles armas inmortales
Cuya flama no se apaga ni por el Furor del deseo menos puro
Pues en ellos nacen los ojos
De agua caminante
Hasta morir en ríos de eterna vida de Edén;
Ello aspiro a morir so vivir contemplando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario